Viñac y sus encantos

En el mes de julio, el distrito de Víñac rinde homenaje al Patrón Santiago de Víñac. Según las leyendas, un ícono muy milagroso. Muchos de los viñaquinos y devotos han recibido su milagroso apoyo en los momentos difíciles. En los distintos lugares, donde se halle un viñaquino, allí está su imagen. En la actualidad, el Santo Patrón carece de iglesia. Personajes anónimos han acabado con la reliquia de Víñac. Con esta iglesia colonia se ha ido la fe.  

Este es el panorama del cementerio de Víñac. Aquí descansa la crema y nata de la sangre viñaquina. Cada viñaquino, por muy macho o duro de corazón,  que se ha acercado a este lugar ha derramado o ha observado derramar lágrimas por algún ser querido. De polvo venimos y en polvo nos convertiremos. En el mes de julio la visita, especialmente de aquellos residentes en otros lares, se hace con sentimiento de reencuentro; aunque es el 1 y 2 de noviembre que se llena de vivos y muertos, de llanto y alegría, de velas y flores, de recuerdos y promesas.

En la fiesta de julio, el día de mayor jolgorio se pasa en el estadio de Víñac. Aquí se realiza la herranza el día 25 de julio. Ese día los espectadores se reúnen no para ver correr una pelota; sino para ver correr a los 'wuancas' detrás de las vaquillonas. Cada comunero ocupa un tramo del estadio y el estadio se convierte en un corral. Al día siguiente debe empezar el campeonato de fútbol. Por supuesto, las condiciones en las que se encuentra, después de la herranza, es deplorable. Entonces el fútbol macho pierde su mayor atractivo, la gambeta. Muchos alcaldes han prometido y prometerán mejorar el estadio, pero ... esas promesas quedan allí, en palabras. También, hay la lejana idea de construir un estadio nuevo; esto es más que ilusión con 'chamy' y coca. En comparación a pueblos vecinos que mejoran uno u otro estadio, nuestro estadio, si se puede llamara así, es una chacra. (En la foto Fidel Madueño Auris,presidente de la Asociación Hijos de Víñac en Lima, acompañado de su querida hija)

Ésta es otra vista de la tribuna del estadio de Víñac. El 25 de julio la herranza, siempre es de ganado vacuno; en esta oportunidad los visitantes han tenido la oportunidad de apreciar la presencia de los auquénidos. Estos animales son traídos desde las 'punas' exclusivamente para esta fiesta. Antes que llegase la carretera, sea de Huancayo o de Cañete, el viaje con llamas era constante. Venían los ganaderos desde Chuncho, Waxakuna, Chaupimachay o de Huancavelica a realizar el trueque. Traían carne (charqui) o pullos a cambio de cebada, papa, olluco; incluso bajaban hasta Pacarán o Lunahuaná para intercambiar sus productos con las frutas de esta zona.

Ésta es una zona totalmente ganadera. En esta zona se puede encontrar desde las llamas, las alpacas, los huanacos y las vicuñas, además de las ovejas. Aquí habitan los pastores, disfrutando del aire puro, lejos de toda clase de contaminación. Felizmente, la naturaleza no necesita adornar, está allí con nosotros. Forma parte de la riqueza viñaquina.