A Víñac y gente que ama a Víñac


jueves, 28 de febrero de 2013

Fiesta Costumbrista en Homenaje a la Virgen Candelaria de Víñac 2013

Fiesta Costumbrista en Homenaje a la Virgen Candelaria de Víñac - 2013

Esta costumbre viñaquina, que no sabemos cuándo se inició, se realizará, una vez más, en el local Wiñaccancha el sábado 2 de marzo del 2013. No faltes. Podemos tener diferencias en principios institucionales, pero la costumbre se practica y se respeta. La fidelidad a la Virgen debe seguir vigente y se debe transmitir a las nuevas generaciones para que sepan de dónde vienen, y cuál es la cultura que les pertenece. Si nosotros no los enseñamos, quién lo hará. Ellos no pueden ser foráneos en su propia tierra.

Ven y reencuéntrate con tu gente. Conversa de añejos tiempos. Enséñale a tus descendientes quiénes son sus familiares. Nada se descubre si no hay iniciativa.

La nueva Junta Directa de la Asociación Hijos de Viñac - Lima, 2013 -2015 organiza esta actividad. A ello debemos agregar la participación activa del Concejo de Vigilancia Gilmer García, de Jonhy y Alexander Guerra.
Diviértete con los soberanos de Huancayo

sábado, 23 de febrero de 2013

Viajando en el Atoj

La claridad de la mañana me sorprendió en la cama. Recuerdo que tengo previsto viajar a Viñac. Ingreso apresurado a tomar contacto con el agua. Salgo a la avenida para dirigirme al Cañetano. Este, mientras llama a sus pasajeros entre Jirón Montevideo y Abancay, me permite comprar un trozo de papaya como desayuno.

Luego de dos horas y media de movimiento, el Cañetano comunica que hemos llegado a la agencia de Cañete. No es el lugar que hace cinco años encontré. Arrastro mi maleta y pregunto al primer mototaxista, quien por dos soles promete llevarme a la agencia de El Atoj, con destino a Viñac Yauyos. El mototaxista, avanzando tres cuadras y uno a la derecha, me dice: "Aquí es". Pude haber caminado, pero ya me topé con el  "vivo" de Cañete.

En la boletería está un hombre canozo, bajo de estatura, el siempre candidato a la alcaldía. Me pregunta a qué familia pertenezco, que si sé quién es él, que desde cuándo no viajo a Víñac, mientras escribe mi nombre en el boleto con destino a Víñac. Veo que ha escrito el asiento número 34, en tanto esquivo los paquetes tendidos que sus dueños, mis ocasionales acompañantes, organizan. Busco a algún conocido, especialmente del barrio de Tambopata. Hay algunas jovencitas casamenteras en risueña plática con los jóvenes de su edad, que con celular en mano tratan de impresionarlas, todos ellos con el sello del clima y el sufrimiento de la zona. En la puerta del bus encuentro a un hombre alto y corpulento, en comparación al boletero, y le pregunto si puedo llevar un par de costales. Con total amabilidad, me invita a traer los sacos que quiera.

Los pasajeros reclaman la hora de partida. Ya han pasado 15 minutos y el asiento del chofer está vacío, mientras los "cholillos" siguen subiendo, sudor a sudor, paquetes al techo. Trato de ubicarme en mi asiento que presenta el respaldar movido. El fierro que soporta a la altura de la cintura está desoldado casi de la mitad, justo en dirección a la columna. Estoy esperando que venga el ayudante para indicarle cómo puede mejorar mi asiento.

Después de cuarenta minutos, empieza el movimiento del bus. Los pasajeros se han ubicado en sus asientos o sobre sus paquetes. Comienza a hincarme los fierros del asiento. A veces, en un bache estos se juntan como las muelas de algún animal y siento la mordida artificial. Estamos en Nuevo Imperial y no puedo lanzar mi cuerpo hacia atrás. La señorita del asiento 33, compadecido de mi incomodidad, me invita a ocupar parte de su respaldar. Así, parece que el viaje va ser agradable, aunque no sé cuánto soportará ella, especialmente, cuando me quede dormido. No la conozco pero ya estamos piel a piel juntos, conversando de sensibilidad a sensibilidad, de neurona a neurona.

En el camino, encontramos más pasajeros y ellos tienen que subir. A veces, traen paquetes muy pesados que los ayudantes, sacando fuerzas de sus flácidos brazos deben levantar hasta el techo del bus. A estas horas, el desayuno ya se les acabó y el almuerzo cuánta falta les hace. Algunas señoras, en son de broma, recomiendan al chofer echar 'más papa al caldo'.

En el cruce del puente hacia la quebrada de Huangáscar, se siente la caída de la lluvia. Curvas más arriba, las gotas se hacen presente al interior del bus. Oh sorpresa, a la altura del asiento 33 las goteras nos obliga a ponernos de píe. Llegamos a Huagáscar, voy parado porque mi asiento muerde y al costado hay una ducha. La lluvia se hace más intenso y nos preocupa si el carro llegará a Viñac, ya que la carretera se hace más resbaladizo. Felizmente, el chofer está hecho para esta ruta, siempre lidia en este clima, para él no hay preocupación.

La intesidad de la neblina permite ver a tres metros delante del bus, vamos, más que observando la carretera, por conocimiento y recuerdo del chofer de los recovecos de esta ruta. Y llegamos. Son las seis de la tarde y los paquetes se mezclan con el lodo. No hay taxi ni ambulancia para que nos lleve hasta Tambopata, estos han viajado a Cañete. Felizmente, mi primo Elvich ha contratado, vía celular Claro - el único que transmite los mensajes-, desde Chillaca los servicios de tres motos lineales. Antes caminaba una hora, ahora ya no.

sábado, 9 de febrero de 2013

Las calles de Viñac en eterno trabajo

La mañana se abre en Viñac. Es época de lluvia y a las seis de la mañana ya la niebla empieza a cubrir con su manto blanco. Aunque viene con fuerza, a veces con truenos, la lluvia es lo más sagrado. Gracias a ella hay siembra; la planta crece, como el maíz, la papa, el haba o las hortalizas. La lluvia, haciéndose "el loco" (el huaico), puede llevarse toda la siembra, acabar con la vida; pero, también, ella le da vida. Pronto convertirá en alfombra verde toda la zona. Los pobladores tendrán qué comer y les importará poquísimo lo que suceda en otras partes del planeta. Este es Víñac.

Esta imagen muestra la eficacia de la lluvia para abrir zanjas. Los tubos del desagüe se encuentran en la parte superficial. Se sabe que estas calles son transitadas por los animales como toros, vacas, caballos, burros, etc. y si los tubos están tan superficiales no soportarán el peso. Es decir, pueden hacerse orificios y convertirse en focos infecciosos, si se tratara de desagües; y si fuesen protectores de tubería de agua, por allí saldría el agua. En otras partes con mayor vigilancia estos tubos estarían, mínimo, 40 centimetros bajo tierra.

 Aquí el camión intentando driblear el atolladero. Así está la calle, con la esperanza que pronto tenga una nueva estructura, con canales de agua bien dirigidos, con piedras resistentes para camiones, volquetes y otros medios de transporte con menor o mayor peso.

En estos tiempos de lluvia, esta calle se convierte en un fango, charco, imposible para una caminata. Las veredas con la humedad y la tierra se vuelven resbaladizos. Los camiones también hacen un esfuerzo mayor para cruzarlas. 
Hace algunos años, la preocupación era tener caballo, mula, para trasladarse de un lugar a otro. Incluso daba nivel de comodidad ver los adornos en las monturas. Ahora, la movilidad de mayor uso es la moto lineal. Estos nuevos caballos de fuerza con mil monigotes adornados, sin sentir la inclemencia del tiempo, cruzan los lodos, soportan la lluvia y en cuestión de segundos te lleva de un lugar a otro. De estos nuevos caballos solo nos preocupa su poder de contaminación. No come pasto, pero mata con el monóxido.

Las calles de Viñac pronto quedarán empedrados. Así se dice, desde hace algún tiempo. No pongo los años para no verter la mala leche. Esto que parece riel es la base para colocar la piedra. La parte central quedará así, para que el agua corra su cauce respetando el tránsito peatonal y vehicular. Sin duda es una obra bien dirigida. Por lo menos, la plata del estado está llegando piedra a piedra.
En el estadio, se ha acumulado las piedras que estaban en la base de la iglesia antigua. Hay buena cantidad que cubre, incluso, el arco oeste de este antiguo y único estadio. Se dice que estas piedras servirán para ampliar el estadio. Ojalá sea así. El alcalde, a dos meses de su gestión, tiene previsto realizar esta obra. Algunos dicen que estas piedras han sido traídas desde lugares alejados por hombres mucho más fuertes y preocupados en el progreso de su pueblo. Si se contruye la tribuna del estadio, estas piedras, desde allí, verían los encuentros de los equipistas y se alegrarín o lamentarían del nivel futbolístico de los participantes.

Y se ve la iglesia sobresaliendo a las casas. No está tan alto e imponente como el antiguo, pero para la fe es irrelevante el tamaño. En esta construcción, en Lima, cumplió un papel importante William Madueño y algunos residentes que por intermedio de él aportaron su arenilla.
El asunto en la destrucción de la iglesia estuvo en perder una obra colonial, ahora solo quedan seis o más casas coloniales con paredes muy anchos y altos.

Así está Viñac.

miércoles, 30 de enero de 2013

Se debe revisar la revocatoria

¿Cuántas revocatorias se ha vivido en Viñac? Cada gestión ha sido acompañado por la revocatoria. Unos han llegado a efectuarse y otros quedaron en el intento. Los revocadores, si han ganado, nunca dejaron obras deslumbrantes. Esta actividad solo satisface al promotor quien eleva su ego, a veces su bolsillo, y allí queda: En una lucha de oficinas y papeles y sin obras para los pueblos. Ilusos aquellos que confían que en periodos cortos de un año o año y medio se puede hacer obras. La revocatoria llegó a la capital y recién se evalúa. El siguiente es el artículo de Augusto Alvarez Rodrich.

Una expresión lamentable del centralismo del debate de las ideas en el país es que, recién después de su incursión en la capital, se haya percibido que la revocatoria es, como instrumento para fortalecer la democracia, un mamarracho que, por el contrario, la debilita.
Este tardío reconocimiento debiera merecer un mea culpa de políticos  y periodistas que este columnista, al menos, acepta sin ningún reparo.
En las dos décadas de su vigencia constitucional, este instrumento ha servido para bajarse a 279 alcaldes distritales y 1247 regidores, lo cual convierte al Perú en el principal usuario mundial de este mecanismo.
Un problema es que no requiere motivación. Fernando Tuesta recordaba hace poco en este diario que todas las revocatorias han sido promovidas por los que perdieron la elección, con la excepción de Lourdes Flores, un rara avis en el mundo putrefacto de la política peruana.
La revocatoria es, así, una pata de cabra para que se zampen, en una institución democrática, los que no lograron llegar a ella mediante un triunfo electoral, quienes se agrupan en un combo en el que participan, como ocurre en Lima, oportunistas, sicarios democráticos, cutreros, wachiturros, mequetrefes, traferos, mermeleros y hasta violadores.
Esta ganzúa electoral –pues, en general, suele ser, con algunas excepciones, un arma de sinvergüenzas– rompe la regla básica de una democracia de que, el que perdió una elección, deja gobernar al ganador.
Eso es lo más grave de una revocatoria como la que está en marcha en Lima pues va a abrir las puertas, como parece que ocurrirá si triunfa el ‘sí’, a una vendetta imparable que traerá mucha inestabilidad política.
Las revocatorias se ven facilitadas por un malestar que, con excepciones, suele enfrentar a la ciudadanía frente a la autoridad, debido a que siempre existen antiguos problemas no resueltos que son exacerbados por los revocadores mediante una persistente campaña de comunicación orientada a la demolición.
Al final, como ocurrirá en Lima, la gente votará sin saber qué es lo que está decidiendo. Esto será, sin duda, lo que va a suceder el 17 de marzo con los regidores a quienes, más allá de cuatro o cinco, nadie conoce.  
La mejor manera de responder frente a una mala autoridad pública es no reeligiéndola cuando esta vuelva a pedir votos o, también, con su condena en la historia.
Más allá de la revocatoria en marcha en el municipio de Lima, pensando para adelante sería conveniente que se abra el debate sobre las lecciones de la aplicación de ese instrumento, y que no se descarte la posibilidad de su eliminación del marco constitucional.

Música que nos acompaña


Esta es la plaza de Viñac. Al fondo resalta la iglesia de la madre superiora.

martes, 15 de enero de 2013

La soberbia lingüistica

LA SOBERBIA LINGÜÍSTICA


Wilfredo Ardito Vega
Domingo 13 de enero.   La gran iglesia colonial de Andahuaylas está abarrotada de gente, que ha llegado para la misa en quechua de las nueve y media de la mañana.  Todos los cantos, la liturgia, las lecturas bíblicas, las peticiones, la homilía son en ese idioma.
Terminada la misa, me dirijo a la feria dominical, que actualmente es la más grande del Perú: se vende desde vacas hasta cebiche y desde flores hasta relojes.  Todas las transacciones también se hacen en quechua.
Tanto la misa como en la feria era inevitable para mí pensar cuán lejos estaba el Perú de los noticieros, de la playa, la revocatoria, la captura de Gringasho, el bono de los congresistas o la semana del chilcano. 
En la iglesia pensé también que todas las personas a mi alrededor estaban escuchando misa en quechua, no porque les gustara el idioma, sino simplemente porque no habían tenido oportunidad para aprender castellano.  
En dos momentos de la misa, el sacerdote dijo repentinamente algunas frases en castellano y en ese momento yo experimenté la sensación de alivio que se siente cuando uno vuelve a escuchar su idioma.  Pensé en cómo se sentirían los quechuahablantes si al acudir a instituciones públicas o escuchar los medios de comunicación al menos escucharan una palabra en quechua.  
Recordé mi visita a Sudáfrica, un país con diferencias étnicas y culturales muy marcadas pero donde en las oficinas públicas o los canales de televisión se hablaba zulú, xhosa y los demás idiomas africanos. En el Perú, todavía los medios de comunicación que llamamos nacionales son en realidad medios limeños desconectados de los problemas de otros peruanos.
Como en tiempos de Humboldt, Lima sigue estando más cerca a Londres que al Perú y, de hecho, la mayoría de limeños dicesorryhappy o full, pero no podría proferir ni tres palabras en quechua. Sin embargo, en Lima, se toman todos los días decisiones que afectan a los quechuahablantes, ignorando sus necesidades lingüísticas.  Por ejemplo, cada año se envía a hospitales y postas de la zona andina a decenas de médicos que no saben una palabra de quechua, lo cual, naturalmente, pone en serio riesgo la vida de los pacientes.   Una situación similar ocurre con la designación de jueces y fiscales.
La respuesta de la Policía Nacional hacia la problemática multilingüe del Perú es mejor, porque existen Escuelas de Policía en Ayacucho, Huancavelica o Apurímac y ahora la mayoría de suboficiales de estas regiones habla el quechua. Inclusive, ahora hay policías shipibos en Pucallpa.  Sin embargo, en el caso de Apurímac, la Escuela de Policía admite a postulantes de otros lugares del Perú que no hablan quechua y no les brinda ninguna formación para manejarlo.  
-No sé una palabra de quechua –me dijo un joven policía de Andahuaylas-, pero ese idioma ya sólo lo hablan los viejitos.  
Pensé que solamente podía decir esto alguien que se aislaba intencionalmente del resto de la población, aunque lo mismo le he escuchado decir a otras personas en Abancay, Huaraz o en el propio Cusco. 
Un problema adicional en la policía es que en la Escuela de Oficiales de Chorrillos no hay cursos de quechua, pese a que probablemente todos sus egresados serán destinados al menos una vez en su vida a zonas quechuahablantes.  
Son poquísimas las instituciones públicas, como la Defensoría del Pueblo y la Defensa Pública, que se preocupan de que su personal maneje el quechua.  
El domingo por la tarde, a la misma hora en que muchos limeños emprendían el retorno de la playa, comenzaban a retirarse los campesinos que habían llegado para la feria de Andahuaylas.   Algunos viajaban en combis, pero la mayoría lo hacía en camiones: mujeres y niños estaban apiñados en largas plataformas, con una baranda muy pequeña.  Para mí, era realmente doloroso ver a mis compatriotas viajar de esta manera, pero a nadie parecía importarle, ni a los policías, ni a los miembros del Serenazgo.  Ayer lunes, diez campesinos que viajaban así fallecieron en una carretera del Cusco. 
Confieso que es extraño pensar todo esto días antes del aniversario de Lima.  Todos los lectores saben cuánto quiero a mi ciudad y cuánto me preocupan sus problemas. Sin embargo, siento que muchos limeños vivimos voluntariamente de espaldas al país y a sus necesidades.
Debería ser una obligación para los limeños visitar la sierra, más allá de los lugares turísticos tradicionales… y hacerlo en verano, para sentir realmente el contraste entre su vida y la vida de los lugareños. 
Y creo que, independientemente de su religión, deberían entrar a alguna iglesia en que los campesinos estén rezando en quechua, pidiendo por una vida mejor.
ADEMÁS…
-Gracias a la intervención del gobierno de Bolivia, las Naciones Unidas decidieron dejar de considerar como una práctica punible el chacchado de coca.
-Mucho rechazo causaron las frases racistas del diario Expreso hacia las personas de la región andina. La respuesta del periódico ha sido despedir al redactor “inexperto”, lo que da a entender que un “experto” oculta su racismo.  Pueden ver más al respecto en este artículo de Jorge Bruce: http://www.larepublica.pe/columnistas/el-factor-humano/el-racismo-no-es-un-anacronismo-14-01-2013
-Al respecto, el Viceministerio de Interculturalidad emitió el siguiente pronunciamiento: http://www.mcultura.gob.pe/noticia/viceministerio-de-interculturalidad-considera-inaceptables-expresiones-de-contenido-racista   
-Felicitamos a la Municipalidad de Lima por la decisión de invertir en la revalorización de zonas arqueológicas, incluyendo Garagay La Florida. 
-Están todos invitados al recorrido por el Centro Histórico que organiza Salvemos Lima. La cita es en la puerta de Desamparados, hoy Casa de la Literatura Peruana, el domingo 20 de enero a las 10am.  La ruta será hasta la Plazuela de la Buena Muerte.  La visita es gratuita y se pueden inscribir ensalvemoslima@live.com.
APORTES Y COMENTARIOS  (Sobre la RP 442 referida a las paradojas del crecimiento )
-La solución al transporte en nuestras ciudades pasa por desalentar el uso del auto particular y reemplazarlo primero por un efectivo transporte masivo y segundo por un sistema de transporte multimodal, es decir aquel donde el usuario utiliza varias modalidades de transporte en un solo viaje. Imagínate salir de casa, caminar doscientos metros para llegar a una estación de bicicletas, tomar una recorrer dos kilómetros para llegar a una estación del Metropolitano abordarlo hasta tu estación destino y finalmente caminar hasta tu destino final.
Cuando logremos implementar ambos sistemas en Lima muchas de las brechas sociales empezaran a cerrarse.
El ideal de este sistema se alcanza cuando todas las modalidades están integradas, utilizando una sola tarjeta de pago en todo el sistema o cuando los distintos viajes se hagan dentro de un sistema de vías identificables en toda la ciudad.
En Lima ya existe esto parcialmente: San Borja ya tiene un programa de préstamo de bicicletas, hace muchos años existen ciclovías en Universitaria, Arequipa y Salaverry; Pueblo Libre y Jesús María tienen ya ciclovias dentro de las avenidas principales, pero estas vías no están conectadas. 
Yo debo decir que la actual gestión municipal es la única -que yo recuerde- que esta enfrentando el problema del transporte desde esta perspectiva. Las anteriores soluciones eran pasos a desnivel e intercambios viales, que en lugar de disuadir fomentan el uso del vehículo particular y ese es el real problema (Un arquitecto).
-Lamentablemente la bonanza económica en un país sin educación como es el nuestro no garantiza el desarrollo.   Luego de largos años de crisis y escasez ahora la gente solo quiere “modernidad” y dispendio y eso nos trae la destrucción de zonas hermosas de la ciudad, que están haciendo que pierda su personalidad y encanto, solo porque el consumismo no entiende lo que es cultura, no aprecia el pasado porque no le interesa el futuro ya que vive a mil en un presente que percibe como inacabable (Un abogado).
-Lo que tenemos en el Perú no es crecimiento, sino hinchamiento.  Nos vamos a hinchar tanto que al final reventaremos (Un comentario en el Facebook).
LA FRASE W:
El mayor desprecio es no querer ver lo que se desprecia.
APRENDAMOS QUECHUA
Siguiendo las lecciones anteriores, se puede desarrollar el siguiente ejercicio:
Traduce al castellano las siguientes expresiones:

Miskillaña mikunayki, mamay.

Paqarinkama, llamkamasiykuna.

¿Allillanchu, yachachiq?

Tupananchiskama, wawqiy.

Sulpayki, turay.

Imamanta, panay.

domingo, 13 de enero de 2013


Este audio delata la intención de los dirigentes de la Asociación Ayacucho con respecto al local Wiñaccancha. Este audio dice que la Asociación Mutual Hijos de Víñac fue representado por el señor Rojas Madueño y que carece de personería jurídica y es acéfala. La asamblea anula todo contrato con la AMHV. Señores con tantos años de vida no pueden ser cándidos y creer que el señor representa a los viñaquinos. Por favor, razonen y asuman la dirección de la Asociación Hijos de Víñac con responsabilidad.Me parece curioso que cuando hay directivas no se apoye y, más bien, se critica (que está bien si resulta inoperante) y se forma otros frentes. y cuando llega el periodo electoral, no aparecen candidatos. Todos tenemos la oportunidad de enrumbar la Asociación Hijos de Viñac cada dos años, siempre que haya buena intención.

viernes, 4 de enero de 2013

Sobran idiotas, faltan ideotas (Viñac)

León Trahtemberg

 El tránsito es imposible. La corrupción es estructural. La educación no lleva a ninguna parte. Es iluso aspirar a tener un juicio rápido y justo. Depender de un seguro público para atención médica es tortuoso y empieza a serlo también para los privados. Los costos e intereses bancarios especialmente en los créditos tienden al abuso. La ineficiencia en el gasto público es alarmante. La estabilidad y crecimiento económico dependen de la viada china y los estornudos financieros de Estados Unidos y Europa. La burocracia estatal asume que le hace un favor al público al que atiende. Cada licencia, permiso, contrato estatal, parece tener un costo ilegal que de no pagarse paraliza o deniega una actividad lícita. Los policías y militares, honestos, casi ninguno, en combate contra la delincuencia tienen que mendigar vestimenta y raciones de comida decentes, armas y equipos modernos y adecuada protección de sus superiores.
Pero hay una cura mágica para todo esto. El Perú es el campeón mundial del crecimiento económico, por lo que las cosas se arreglarán solas. Esa ilusión es la mejor expresión de la mala educación peruana, aquella que inhabilita a sumar 1+1. Es decir, aquella por la que quienes suman los factores mencionados dan como resultado: "Vamos bien".
Al Perú le sobran idiotas, pero le faltan ideotas. Es decir, le sobra gente que cree que las cosas se arreglan solas y que dice cosas sin sentido inteligente y coherente, y le falta gestar, encender y poner en acción las ideas brillantes capaces de revertir realmente nuestros males y darnos una esperanza de viabilidad social.
En el Perú hay gente en todos los sectores capaces de producir ideotas. Pero no las producirán si el gobierno no los convoca y junta (nadie es dueño único de la verdad) para que produzcan los pilares de las reformas inteligentes, eficientes y capaces de llevarnos eficazmente a un futuro de bienestar y desarrollo. Con esa matriz de ideotas, el rol del gobierno es pisar callos y reformar, con la fuerza de eso que los militares leen en sus manuales de combate: coraje, decisión, valentía, amor a la patria.

martes, 25 de diciembre de 2012

Viñac

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La herranza, una fiesta para el encuentro entre el hombre y el animal

Paseo por las nubes